viernes, 26 de julio de 2013

Al dia siguiente 10º parte

Tras un largo beso abrimos los ojos y nos vimos cara a cara sin pestañear, como si estuviésemos impactados aun por lo que habíamos hecho.
Di un paso atrás y mire otra vez el candado viniéndome así el recuerdo de la gran discusion que nos hizo terminar encontrando asi la razón por la que no debía seguir con esta conversación.
Laura seguía buscando mi mirada mientras que yo esquivaba la suya, pues no hacia mas que sentirme culpable por aquel beso erróneo.
Trague saliva, hice un esfuerzo por mirarle a la cara y me sinceré:
-Laura, sabes que lo que paso entre tu y yo fue muy especial, no te negarè que yo también siento cosas por ti aun, pero es que volver a intentarlo seria un acto suicida. Estar un año sin hablarnos fue un castigo que no pienso volver a pasar. Lo siento.
Al terminar Laura me contó que había dejado a Alex por mi, que ese fue el motivo de la pelea y que la inseguridad de no saber que quería le obligo a abandonarlo todo.
Y fue después de esto cuando me sentí el peor amigo del mundo y mas que culpable por haber roto una relación, aunque hubiese surgido a costa de mi ruptura con Laura.
Solo quedó despedirme de ella e irme a casa. Llevaba un par de días emocionalmente sobreacogedores y en esos casos uno lo único que quiero es dormir y olvidarme de todo esto.
Al día siguiente bajé a la playa a meter mis pensamientos a remojo cuando mientras me secaba en la arena me sonó el móvil. Era un mensaje de texto de un numero desconocido que me decía que necesitaba quedar conmigo a las 22:00 en el puente de la ciudad. Yo le respondí que antes tendría que saber quien era a lo que me respondió con un “ven y lo averiguaras”.
Por mi cabeza solo pasaba el nombre Alex, lo cual me daba menos ganas de ir, aunque mi lado imbécil me incitaba a volver a verle y dejarle cuatro cosas claras.
No fue hasta las 21:40 cuando me convencí para bajar y aunque sea solo acercarme para ver quien era el desconocido.
Me disponía a doblar la esquina de la calle que llevaba al puente cuando a lo lejos vi mi gorra y conforme di un paso mas vi que una melena pelirroja estaba cubierta por ella.
La desconocida era Lilith, lo que me dio una sorpresa que hizo que mi paso se acelerara.
Mientras esperaba en el cruce que daba al puente veía como Lilith me dedicaba una de sus sonrisa panacea que hace que todo los malos pensamientos se evaporen de mi cabeza.
El semáforo se estaba haciendo eterno, lo cual me dio tiempo para empezar a pensar lo incomodo que seria ir a darle dos besos y que ella no me respondiese.
Estaba ya a pocos metros de ella a lo que vi como se acerco corriendo hacia mi y se abalanzo hasta llegar a besarme.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Dentro

El tiempo pasa lento. Se puede palpar la pesadez de la timidez. Asi que acepto esa copa de vino con el único objetivo de acelerarme. To...