Creer que todo va bien, que vuelves a casa con la frente alta sabiendo que has conseguido todo lo que querías.
Por una vez estás solo y te sientes cómodo, sin necesidad de buscar cobijo entre unas piernas.
Pero iluso, crees que es tan fácil hasta que aparece su foto, a pesar de haberla borrado de tu pasado y presente.
Triste agonía, lucha por despecho.
No conoces valentía sin llorar un largo trecho.