viernes, 16 de agosto de 2013

Estaba terminando. 13º capitulo.

Ahí estábamos los dos desnudos en mi cama, esperando a que algo no obligase a levantarnos.
Al parecer ambos nos despertamos recordando lo que paso antes de dormir con ganas de volver a repetirlo, así que definitivamente si fueron buenos días.
Estuvimos en la cama un largo tiempo aun después de haber tenido sexo hasta que la cerradura de la puerta de casa se abría seguida de gritos voces y alaridos. Una de dos, o Lilith y yo estuvimos el tiempo suficiente en mi cama para que empezase el apocalipsis zombie o simplemente eran mis amigos borrachos volviendo de fiesta a la hora de comer.
No tenia ganas de salir a saludarles, no en ese momento, así que encendí el portátil y puse A Day To Remember al suficiente volumen para que supiesen que estaba en casa y que por nada del mundo debian entrar.
Así pues mientras sonaba mi grupo favorito, Lilith se levanto de la cama. Yo aun estaba acostado cuando empezó a ponerse lentamente la ropa, como sabiendo que no apartaba la mirada de ella y que me carcomía ver que la cita estaba terminando.
Termino de vestirse y yo aun seguía desnudo en mi cama cuando cogió mi gorra y me la lanzo hacia mis partes.
-Anda capullo, guárdala bien y no la vuelvas a perder. Una de mis amigas la recogió el día de la pelea.
Y mientras yo me retorcía del dolor ella seguía con esa risa picara que me incita a dejar rienda suelta a mis instintos en ese momento reprimidos por mi dolor.
Supuse que ya era hora de vestirme y salir de la habitación y fue lo que hice. Pero cuando salí no había nadie, todos estaban en sus habitaciones durmiendo, todos menos Carlos, un compañero de piso, que estaba fumando en la terraza.
Le pregunte que tal la noche y me contó todo lo que paso. Estaba flipando tanto con la de locuras que habian pasado que no me acorde de que Lilith me esperaba hasta que Carlos me pregunto que si estaba con alguien en la habitacion.
Me dijo que habian hecho la comida y que podia ir a la cocina a ver si sobraba algo. Así que fui y lo que me encontré fueron dos platos servidos aun calientes con una nota: “Bribón”
Pregunte a Lilith si tenia hambre y asintió, así que como hacia buen día fuimos a la terraza a comer. Habíamos llevado ya todos los platos fuera cuando Carlos me guiño un ojo y entro en casa.
Después de la noche que tuvimos la pasta que había cocinado Carlos nos sintió de maravilla.
Aun nos dieron las 5 de la tarde hasta que nos volvimos a levantar de la cama después de haber comido.
Así pues tras una larga despedida le di el ultimo beso a Lilith y le pregunte si le apetecería hacer algo esta semana a lo que me contesto diciéndome que tenia la semana ocupada con cenas de clase y cosas así. Y tras decirme esto me dio un beso en los labios mientras lentamente cerraba ella la puerta de casa despidiéndose con esa sonrisa traviesa.
Aun estaba recorriendo el pasillo de casa cuando me llego un sms:
“¿Mañana a las 11 en la Perla? ;)”

lunes, 12 de agosto de 2013

La luna reflejada en la Perla. 12º capitulo

Nos ahogamos en un beso húmedo y profundo que nos llevo al olvido plateado de la Perla bañada en la luna llena.
El tiempo se detuvo, no existía el mundo, solo había un ella y yo. Mis pensamientos se centraron en su cuello, su cintura y en la manera en la que estaba subida encima mío mientras le sujetaba agarrándole de las piernas.
Al cabo de un tiempo salimos del agua y nos echamos otra vez en la sabana, pero esta vez Lilith se sentó encima mio mientras yo acostado no podía apartar la mirada de esos ojos enigmáticos.
Con la pelirroja encima lo único en lo que pensaba era en que me moría de ganas de comerle la boca pero por suerte ella se abalanzo sobre mi para volvernos a fundir en otro beso sin fin.
Nos dieron las 3 de la noche así que le propuse recoger e irnos a mi piso a comer algo. Y acepto.
El camino a casa se vio interrumpido por varios besos furtivos y espontáneos que nos obligaban a detenernos en mitad de la calle.
Llegamos a mi casa, la cual estaba vacía pues mis compañeros de piso estaban de fiesta porque habían terminado ya todos las clases. Yo la verdad es que no tenia ganas de fiesta, no tenia nada que celebrar, hasta ahora.
Abrí la puerta y fuimos al salón.
Lilith me pidió una toalla para poder secarse del todo el pelo así que mientras se lo secaba aproveche para recoger la cocina un poco. Mis compañeros de piso eran buenos en la convivencia, pero el tema de la limpieza lo llevaban un poco mal.
Improvisamos una cena rápida, un par de cosas y nos echamos en mi habitación a ver una película de Tarantino.
No se como después de todo el caminar, el nado y lo tarde que era no teníamos ni el mas ápice de sueño.
Terminamos de ver la película y como todo el mundo sabe las películas de Tarantino no es que sean cortas. Ya eran las 6 y seguíamos despiertos.
Fui a la cocina a llevar los platos y cuando volví a mi habitación descubrí que Lilith había descubierto uno de mis secretos.
Mi habitación esta oscura salvo por un par de luces rojas que tenia sobre mi cama. No se como se fijo en ello y menos aun como se le ocurrió encenderlas.
Le conté que esas luces eran como mis estrellas en las noches nubladas en las que mis pensamientos no me dejaban dormir.
-¿Me acompañas a mirar las estrellas?- Me dijo con su voz tenue mientras se echaba en mi cama.
Me eche al lado suyo y mire como la luz roja hacia que su pelo estuviese mas brillante que nunca haciendo así que su pálida piel resaltase como la luna reflejada en la Perla.
Empezamos un beso que duro horas en el cual sobro la ropa y faltaron segundos.
Mis dedos resbalaron lentamente por su cintura, desabrochando su pantalón para poder quitárselo. Y así empezó aquel juego en el que nuestras manos corrían con ganas de quitarnos la ropa el uno al otro.
La noche se hizo larga, la pasión inundo la habitación y el disco de Black Keys que sonaba de fondo ayudo a ensordecer el placer de su boca.
Dieron las 12 de la mañana y me desperté con un beso en la boca y un buenos días en el pecho.

domingo, 4 de agosto de 2013

Hoy hay luna llena 11º capitulo

Fue un beso lento en el cual mis manos se perdieron en el paraíso de su cintura desnuda y no se atrevieron a pasar de ahí. Ella me rodeó el cuello con sus manos con una sensualidad que me obligó a acariciar su espalda lentamente.
No se si fueron 5 o 10 los minutos lo que duró ese primer beso,;solo se que al separar nuestros labios no dijimos nada, nos miramos a los ojos como si fuese la primera vez y empezamos a cruzar el puente.
Llegamos al otro lado de la ciudad y le pregunté a Lilith que le apetecía hacer.
-Hoy hay luna llena y pensé que estaría bien ir a la playa.
Nos dirigimos donde ella queria, pero cuando nos disponíamos a bajar las escaleras que llevaban a la playa cogí de la mano a Lilith y le conduje a una roca que había saltando la barandilla.
Confió en mi y me siguió hasta llegar a una cala alejada.
Era un sitio abandonado por los ruidos en el que solo se escuchaba el mar y nuestros pasos mientras la luna iluminaba cual faro dejando la playa de un blanco que explicaba porque llamaba yo La Perla a esa cala.
Nos detuvimos en el centro de la playa, cerca del agua y mientras Lilith seguía hipnotizada con la luz de la luna aproveché para ir detrás de unos matorrales en los cuales había aprovechado para esconder una manta. Cuando uno suele venir a menudo tiene que ser practico, pues ya había tomado como costumbre bajar a despejarme con un baño nocturno.
Nos tumbamos y nos quedamos mirando el cielo, como preguntado como habíamos acabado ahí y sobre todo preguntandome yo porque había sido Lilith la primera chica a la que había traído a este rincón.
Me giré y pude ver como sus bellos ojos azules hacían juego con la luna y su melena parecía un fuego inmóvil que invitaba a quemarme.
Ella tornó su cabeza hacia mi y me miró directamente a los ojos mientras su mano se dirigió hacia mi cara para acariciarme. Intenté aguantar la compostura pero no resistí el impulso de inclinarme hacia ella y volver a sumergirnos en un beso eterno.
Mis manos volvieron a su cintura a la vez que ella empezó a meter su mano debajo de mi camiseta rozando con sus uñas toda mi espalda.
El beso se vio interrumpido por Lilith que se levanto, se quito las zapatillas la camiseta y el pantalón y fue corriendo al agua.
Aun atónito por haber visto aquella figura conseguí escuchar un grito desde el agua:
-¡¿A que esperas!?
Así que me quedé en ropa interior y me metí en el agua plateada para acabar frente a la pelirroja otra vez, aunque esta vez ella fue la que se lanzó hacia mi.

Dentro

El tiempo pasa lento. Se puede palpar la pesadez de la timidez. Asi que acepto esa copa de vino con el único objetivo de acelerarme. To...