miércoles, 7 de marzo de 2018

La cordillera de tu sexo

De rodillas en tu falda mirando hacia arriba,
divisando los kilómetros para llegar a tu cima.

Con un hambre caníval 
devoro sierras y cordilleras,
me abro paso por tus montes
con objetivo en tus caderas.

Me detengo a descansar para aullarle a la luna,
a tocar y acariciar la puesta de sol de tu paisaje.

Recorro el sendero eterno de tu abdomen,
subiendo y bajando tus costillas que respiran,
entre impulsos y ahogos, el oxigeno que ansías.

Llego al estrecho de tus palabras y subo hasta tu boca,
capilla donde hago ofrenda con besos y promesas,
promesas de que el día que llegue a aquella cima
será el día de mi ruina, la subida incompleta.

Conciertos en solitario

Cumbia, jazz, bachata o sonatas en la.
La música llena mi habitación; cada esquina tiene su bajo, riff y bombo.
Zeppelin, Fourcade o DMC. Aqui hay espacio para todo.
La única regla es que te haga sentir: reír, llorar o dormir.
Afilado, duro, torpe y pesado mi pie derecho sigue al izquierdo hasta que cerrando los ojos dejo de existir. Relajante, suave, ávido y ligero.
Rosas en el agua, orquesta de cuerdas y viento, arrullan hasta la pequeña muerte, parecida a la que me dan tus uñas en la espalda.

Dentro

El tiempo pasa lento. Se puede palpar la pesadez de la timidez. Asi que acepto esa copa de vino con el único objetivo de acelerarme. To...