Desde el momento en que se fue hasta
que logre dormir no pare de pensar en aquel cuerpo desnudo que
parecía salido de un cuadro de John Collier.
Sonó el despertador y sin dudarlo me
levante de la cama y para mi sorpresa encontré a todos mis compañeros
de piso despiertos. Creo que llevaban durmiendo desde el día anterior
al volver de fiesta.
Tras un par de preguntas indiscretas me
pude dar cuenta de que Carlos ya había hablado de Lilith.
Maldita cotorra.
Para que dejasen de acosarme les conté algunos detalles sueltos pero sin llegar a desvelarlo todo.
Maldita cotorra.
Para que dejasen de acosarme les conté algunos detalles sueltos pero sin llegar a desvelarlo todo.
Por desgracia me fui de la lengua y
conté que había quedado con ella en la Perla. Un gran error siendo
que Carlos conocía en sitio y su ansia por cotillear no tiene fin.
Tras darme cuenta de mi error salí
corriendo del salón a mi habitación a ponerme el bañador y a coger
las gafas de sol.
Llegue a la Perla cinco minutos antes de la hora acordada y para mi sorpresa
encontré a Lilith en el agua.
Salio corriendo hacia mi y como en ese
primer beso, saltó hacia mi para besarme tal y como me imaginaba que seria el volver a verla.
Me contó que estaba en la Perla desde hace
media hora, que no había podido dormir y que no aguantaba las ganas
de volverme a ver.
Así pues me quite la camiseta, las
gafas y echando una carrera con Lilith fui directo al agua. Me
esparaba una dia de playa muy especial.