Encerrado con todo.

Como escapar de una vida que esta rodeada de todos tus colores.
Abro los ojos y el sol entrando por la ventana me enreda en la cama como tu pelo atrapaba mis manos.Los cierro y la nada tiene el silencio de dormir a tu lado.
Salgo de casa y el cielo aun con nubes me deslumbra como el brillo de tus ojos.
Camino y siento que todos los caminos llevan a tu puerta; pero si me quedo quieto se que estoy esperándote, sin importar lo lejos que estés.
Voy a cenar y cada bocado me sabe a tus anécdotas e historias.
En el cine todos los fotogramas me abrazan como hacían tus brazos en la ultima butaca de la sala.
Entro a un museo y en todos los cuadros veo el sonido de tus pasos.
Subo al coche y cualquier viaje parece seguro sintiendo que aun está tu mirada.
Me pongo esa camiseta y aun huele a todas esas noches improvisadas en las que solo dormías con eso puesto.

Me meto en la cama y el frío emborrona el color de todo el día.

Perpetuo recuerdo

Abro un ojo, en silencio intento recordar donde estoy. Mientras empiezo a reconocer la habitación, ahí está, desnuda dándome la espalda, con la luz que entra por la ventana acariciando su figura.
Blanco como la nieve su cuerpo arde. Su melena roja se mezcla con las pecas de sus hombros, dejando trazos y líneas como pintura sobre un lienzo.
No se que hora es, pero parece aún pronto para levantarse de la cama. Con esa excusa en la cabeza me vuelvo a dormir recordando la noche anterior.

Entre sudores me despierto, aun es de noche y sigue oliendo a lluvia. Intento situarme y darme cuenta de que aquí sigo, en mi cama; con un libro en la mano y el móvil en la otra. Otra vez lo mismo, otro sueño en el que tú no te vas.