Fue un beso lento en el cual mis manos se perdieron en el paraíso
de su cintura desnuda y no se atrevieron a pasar de ahí. Ella me
rodeó el cuello con sus manos con una sensualidad que me obligó a
acariciar su espalda lentamente.
No se si fueron 5 o 10 los minutos lo que duró ese primer
beso,;solo se que al separar nuestros labios no dijimos nada, nos
miramos a los ojos como si fuese la primera vez y empezamos a cruzar
el puente.
Llegamos al otro lado de la ciudad y le pregunté a Lilith que le
apetecía hacer.
-Hoy hay luna llena y pensé que estaría bien ir a la playa.
Nos dirigimos donde ella queria, pero cuando nos disponíamos a
bajar las escaleras que llevaban a la playa cogí de la mano a Lilith
y le conduje a una roca que había saltando la barandilla.
Confió en mi y me siguió hasta llegar a una cala alejada.
Era
un sitio abandonado por los ruidos en el que solo se escuchaba el mar
y nuestros pasos mientras la luna iluminaba cual faro dejando la
playa de un blanco que explicaba porque llamaba yo La Perla a esa
cala.
Nos detuvimos en el centro de la playa, cerca del agua y mientras
Lilith seguía hipnotizada con la luz de la luna aproveché para ir
detrás de unos matorrales en los cuales había aprovechado para
esconder una manta. Cuando uno suele venir a menudo tiene que ser
practico, pues ya había tomado como costumbre bajar a despejarme con
un baño nocturno.
Nos tumbamos y nos quedamos mirando el cielo, como preguntado como
habíamos acabado ahí y sobre todo preguntandome yo porque había
sido Lilith la primera chica a la que había traído a este rincón.
Me giré y pude ver como sus bellos ojos azules hacían juego con
la luna y su melena parecía un fuego inmóvil que invitaba a
quemarme.
Ella tornó su cabeza hacia mi y me miró directamente a los ojos
mientras su mano se dirigió hacia mi cara para acariciarme. Intenté
aguantar la compostura pero no resistí el impulso de inclinarme
hacia ella y volver a sumergirnos en un beso eterno.
Mis manos volvieron a su cintura a la vez que ella empezó a meter
su mano debajo de mi camiseta rozando con sus uñas toda mi espalda.
El beso se vio interrumpido por Lilith que se levanto, se quito
las zapatillas la camiseta y el pantalón y fue corriendo al agua.
Aun atónito por haber visto aquella figura conseguí escuchar un
grito desde el agua:
-¡¿A que esperas!?
Así que me quedé en ropa interior y me metí en el agua plateada
para acabar frente a la pelirroja otra vez, aunque esta vez ella fue
la que se lanzó hacia mi.
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