jueves, 11 de julio de 2013

Tengo que irme

Era un dia cualquiera, de estos en los que no te importa si es lunes o viernes, solo quieres que el dia termine.
Él, como marcaba la rutina, se levantó a la misma hora de siempre y salio de casa con su cazadora favorita y la mochila sobre el hombro izquierdo.
El dia ya empezaba a ser la monotonia de siempre hasta que llego uno de los instantes mas ansiados del dia; ese momento en el que mientras intensa asimilar el frio que se cuela por sus dedos, mete la mano al bolsillo para sacar su mp3 y chutarse su dosis diaria de lectura mientras espera el autobus.
Son esos 15 minutos de viaje por la ciudad uno de los escasos motivos por los que cuando suena la alarma de su movil él se levanta sin pensar en las 6 eternas horas que le esperan de palabras, apuntes y saludos a extraños.

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